Pillán

En el corazón de la mitología mapuche, una cultura indígena del sur de Chile y Argentina, se erige la imponente figura del Pillán. Estos espíritus poderosos, considerados seres de gran sabiduría y fuerza, son pilares fundamentales en el entramado de creencias y tradiciones de los pueblos originarios de la región. Invocados en rituales y respetados en la vida cotidiana, los Pillanes son mucho más que simples figuras mitológicas; son la personificación de las fuerzas naturales y los guardianes de la tierra. Su legado perdura en el tiempo, marcando su presencia en la cultura contemporánea y manteniendo viva la conexión entre el hombre y la naturaleza.

Orígenes y naturaleza del Pillán

La palabra Pillán proviene de la lengua mapudungún y es utilizada para describir a los espíritus poderosos que habitan en la cosmogonía mapuche. Estos seres sobrenaturales son asociados con los elementos de la naturaleza, siendo frecuentemente vinculados al fuego, los volcanes y fenómenos meteorológicos como el rayo y el trueno. Los Pillanes son considerados ancestros divinizados que, tras su muerte, ascendieron a esta categoría de seres espirituales, ejerciendo un papel de mediadores entre el mundo material y el plano espiritual.

Los Pillanes son descritos como seres de gran poder y sabiduría, capaces de influir en los destinos de las personas y de la naturaleza misma. Su conexión con los volcanes, en particular, revela su carácter ambivalente, ya que pueden ser tanto protectores como destructores. En la mitología mapuche, la erupción de un volcán puede interpretarse como la manifestación de la ira de un Pillán, mientras que la calma de la montaña refleja su benevolencia y protección.

A pesar de su naturaleza inmaterial, los Pillanes son a menudo representados en el arte mapuche de diversas maneras, como a través de la iconografía en tejidos y plata, donde se les puede simbolizar mediante figuras geométricas que aluden a su poder y conexión con los elementos. Estas representaciones artísticas sirven como una forma de honrar a los Pillanes y de invocar su protección y sabiduría en la vida cotidiana de los mapuches.

El Pillán en la cosmovisión mapuche

La cosmovisión mapuche es un sistema complejo y detallado de creencias que integra aspectos de la religión, la filosofía y la moralidad. En este marco, los Pillanes juegan un papel central como componentes de una jerarquía espiritual. Junto a los Ñgen (espíritus de la naturaleza) y los Wekufe (espíritus malignos), los Pillanes conforman el panteón de entidades espirituales que influyen en el mundo de los mapuches.

En la estructura del mundo espiritual mapuche, los Pillanes se sitúan en el Wenu Mapu, el plano celestial. Desde allí, supervisan y regulan el equilibrio del cosmos y el orden natural. Son los responsables de velar por la armonía entre los seres vivos y de castigar las transgresiones que perturban el equilibrio del mundo, como el incumplimiento de rituales o el irrespeto a la naturaleza.

Los rituales mapuches, como el Ngillatun, se realizan para honrar a los Pillanes y pedir su intercesión en asuntos de salud, cosechas y bienestar comunitario. Durante estas ceremonias, los machis (chamanes) actúan como intermediarios entre los humanos y los espíritus, entrando en trance y comunicándose con los Pillanes para solicitar su ayuda y consejo.

Simbolismo y significado

Los Pillanes simbolizan la fuerza de la naturaleza y el poder de los elementos, pero también representan la sabiduría ancestral y la conexión con el pasado. Como espíritus de ancestros transformados, encarnan la memoria colectiva del pueblo mapuche y su vínculo con las generaciones pasadas. Este aspecto de su naturaleza subraya la importancia de la tradición y el legado en la cultura mapuche.

El simbolismo de los Pillanes también se manifiesta en la geografía sagrada de los mapuches. Los volcanes, en particular, son considerados moradas de estos espíritus y lugares de gran poder espiritual. La actividad volcánica es interpretada como la comunicación de los Pillanes y su manera de influir en el mundo terrenal. Las montañas y otros lugares naturales de importancia son, por tanto, espacios de respeto y reverencia.

Además, los Pillanes simbolizan el equilibrio y la justicia, ya que son vistos como jueces que castigan el mal comportamiento y premian las buenas acciones. Esta función refuerza la noción de que cada individuo es responsable de sus actos y debe vivir en harmonía con los demás seres y con el medio ambiente.

La presencia del Pillán en la cultura contemporánea

La figura del Pillán continúa siendo una fuente de inspiración en la cultura contemporánea, tanto dentro como fuera de las comunidades mapuches. Su influencia se extiende a la literatura, la música, el arte y el activismo, donde sirve como símbolo de resistencia y afirmación de la identidad indígena frente a las presiones externas.

En la actualidad, los Pillanes son evocados en la lucha por los derechos territoriales y la preservación del medio ambiente, reflejando la relevancia de las creencias ancestrales en los debates modernos sobre sostenibilidad y justicia social. La figura del Pillán se utiliza para enfatizar la conexión profunda entre los mapuches y su tierra, así como para subrayar la importancia de proteger los espacios sagrados y naturales de la explotación.

Además, el renacimiento de la cultura mapuche ha traído consigo un interés renovado en sus mitos y tradiciones. Los Pillanes son objeto de estudio y fascinación por parte de académicos y entusiastas de la mitología, que buscan comprender y difundir el rico patrimonio espiritual y cultural de este pueblo. Así, los Pillanes siguen jugando un papel activo en la identidad y la cosmovisión de los mapuches, sirviendo como un vínculo entre el pasado y el presente, entre lo humano y lo divino.